Me convertiste en la villana,
la que juzga, la que engaña;
me transformaste en el problema,
la que ataca sin esquemas.
Me robaste el protagónico a tu lado,
te volviste el sufrido enamorado,
traicionaste la confianza que te di,
lloras cual balada, tango o yaraví.
Ahora soy la mujer mala,
la que en el acto te daña,
Gracias a ti soy la perversa,
Me dañaste sin reversa.