Hablar de un romance con las letras no es simplemente expresar fidelidad con el lapicero y la hoja a la hora de escribir sino que va mucho más allás de simples soportes.
Es mostrar amor, odio y todos los sentimientos experiementados e intentar darlos a conocer.
Es plasmar con delicada rudeza y con dureza sutil la trayectoria de una historia.
El gusto por la escritura aumenta cuando el escritor es parte de la historia. Cuando forma parte de ella y hace que luego los lectores la vivan como suya.
El placer más dulce de escribir un texto es el hecho de saber que tarde o temprano alguién lo leerá y tendrá alguna opinión acerca de él. No importa si es leido por mil, lo importante es que le guste a uno solo porque es entonces cuando te das cuenta que por lo menos para una sola persona tu texto significó algo...
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