Tú, el de esa mirada...

Cuando hay mucho por vivir, 

no hay demasiado por escribir, 

porque cuando se vive la vida al minuto, 

las palabras no se visten de luto, 

sino de la mas pura sinceridad,  

que el corazón te deje expresar.

A veces me quedo sin palabras, 

(es muy raro que eso suceda), 

mi cerebro de mi cabeza escapa 

y mi corazón se arrastra en la vereda. 

Cuando por fin los recojo y sigo mi camino, 

noto que ya no hay tiempo perdido

sino tiempo ganado, mientras he esperado; 

esperado a que los días vuelvan a ser a tu lado.

-Tú, el de esa mirada tierna que me cautivo hace cuatro años-