eres demasiado rudo, aunque fuiste dulce de algún modo,
buscas delinear, a mano alzada, tu sueño de mujer perfecta,
buscas una compañera que no reclame y sea correcta.
Nos quisimos, cada uno a nuestro modo,
tu con tu pasado y algo de indecoro,
yo con mi futuro y mis sueños tontos.
Logramos comprendernos en la incomprensión,
corregiste tus errores, buscabas otra relación
y -sé realista- fui objeto de tu experimentación.
Ninguno de los dos nació para ser conformista,
-cabeza de ratón antes que cola de león-,
yo no nací para ser alfombra, tu no naciste para ser soñador.
Hoy aprendiste algo ya conocido a mi lado,
el dolor no te hace más fuerte sino más sabio.
-soy conciente de mi valor,
por eso siempre exigí más-
No necesitas poner a prueba a nadie...
cuando encuentres el verdadero amor, sólo lo sabrás
Cuando eso suceda actuarás y vivirás por impulso utilizando la razón
pero no poniéndola primero.
1 comentario:
Es verdad... Yo no nací para ser alfombra, tú no naciste para ser soñador... Me encanta como escribes:)
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