El cielo se encuentra apagado
aun en la primavera,
el sol amanece nublado,
la lluvia se vuelve fiestera.
Con la emoción fallecida,
festeja la alegría herida,
salta la locura ardida
en un callejón sin salida.
La tristeza se divierte,
el anochecer amanece,
las lagrimas beben
todo lo que les apetece.
El calor se congela,
el hielo de hervor quema,
el sudor se enmiela,
el amor se conserva.
Los latidos se acaloran,
la alegría rompe en llanto,
date cuenta ya es la hora
de morir en un abrazo.
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