tras este cuadrilátero que enmarca tu cara,
te veo escribiendo rápido, fijo en la nada,
y leyendo todas mis respuestas dadas.
Siento que mi corazón se estruja,
que las mariposas de mi estómago se van,
que las mariposas de mi estómago se van,
que la garganta se me sella,
y mis manos sin moverse están.
Recorro en mi memoria, imágenes, sucesos,
es todo tan rápido -¡que me despierte un beso!-,
¿son ciertas tus palabras? ¿no das más por este amor?
me hundo en la impotencia y en la desesperación.
Me siento minimizada, tan vulnerable, tan tonta,
busco, con palabras, alguna oración que me esconda,
lanzo con total aplomo un "es tu desición",
"no me dejes ahora..." me dicta el corazón.
él es como yo, pienso firmemente,
"él es totalmente diferente",
no puede terminar sin empezar,
"creí haberte dicho: no te ilusiones jamás"
cortaste la dura corteza con miradas de deseo,
y con un beso profundo, quebraste el cerrojo entero,
me destapaste poco a poco y elevaste mi confianza,
no te alejes, no te vayas, no destruyas mi esperanza.
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