Suena el teléfono y él no contestó,
suena el teléfono y él, de sí, lo apartó,
suena el teléfono y él ni lo miró,
suena el teléfono y él lo apagó.
Tras el teléfono ella su amargura llora,
que le conteste por favor implora,
pasa la noche llega la aurora,
y ella se siente cada vez mas sola.
Él por su lado lleva normal su vida,
se despierta tranquilo ese nuevo día,
hace bromas, todo es alegría,
no la recuerda, sin querer la olvida.
Amargura y tristeza se mezclan en sollozos
ella se seca aquellos ojos rojos,
-¿que sería de mi si no lo amara tanto?-,
al preguntárselo rompe otra vez en llanto.
Él la recuerda y la llama al caer la noche
cree no merecer ningún tipo de reproche,
ella le reclama, le explica, le habla,
regresan de nuevo, todo queda en nada.
suena el teléfono y él, de sí, lo apartó,
suena el teléfono y él ni lo miró,
suena el teléfono y él lo apagó.
Tras el teléfono ella su amargura llora,
que le conteste por favor implora,
pasa la noche llega la aurora,
y ella se siente cada vez mas sola.
Él por su lado lleva normal su vida,
se despierta tranquilo ese nuevo día,
hace bromas, todo es alegría,
no la recuerda, sin querer la olvida.
Amargura y tristeza se mezclan en sollozos
ella se seca aquellos ojos rojos,
-¿que sería de mi si no lo amara tanto?-,
al preguntárselo rompe otra vez en llanto.
Él la recuerda y la llama al caer la noche
cree no merecer ningún tipo de reproche,
ella le reclama, le explica, le habla,
regresan de nuevo, todo queda en nada.
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