crónica de un corazón parlante

Talvez el titulo suene raro a la hora de leerlo; total es simplemnte una crónica.

Estaba yo sentada pensando en mi vida cuando me di cuenta que alguien me pedia auzilio, era mi corazón, que despues de mucho tiempo se había propuesto hacerme pensar (y es que con eso de que el corazón y la razón casi nunca van juntos, casi no me detenia a pensar con el corazón). Cual cerebro lleno de sabiduría me preguntaba si es que realmente todo lo que me pasaba era lo que yo realmente quería, le dije sin más que ¡no!, pues después de darle un arápida repasada a mi vida me di cuenta que en tan corta edad ya había vivido demasiado sufrimiento en cuestiones amorosas, y no es para menos, porque en mis únicas dos relaciones he sabido amar y no tan solo querer.
Durante todo este tiempo me he tomado muy enserio todo lo que ha acontecido en los caminos escabrosos dl corazón, pero -lamentablemente- siempre el corazón me ha traido problemas y ésta vez era él el que me reprochaba el no haberlo cuidado lo suficiente.
¿Era posible que el corazón me hablara o era un estúpido espejismo de mi imaginación? Tal vez sí, tal vez no; igual da, el asunto era que me tenía allí viendo al vacío.
Pense en ese momento en que yo no había mandado ni obligado a enamorarse a mi corazón e instantaneamente le reclame; le dije que yo no era la culpable de tal sufrimiento que sentía pues yo no lo había obligado a sentir; y mi corazón reflexionado me dió la razón, y en tal acuerdo ambos nos lamentamos el hecho de salir heridos -ambos- en esta situación.
Yo por no pensar, por no haber previsto antes que en realidad todo los problemas -que pensaba-, pasaría mas adelante, pasaron mas pronto de lo que pensaba y en un santiamén mi mi castillo de sueños e ilusión de casi un año fue derrumbado en tan sólo minutos de confrontación.
Se enteraron de mi amor prohibido -y aunque lo tenia muy escondido sabía que algún dia se enterarían-, pero ni mi corazón ni yo estabamos listos parea afrontar tan dura prueba como es el rechazo de lo que sientes y casi obligando, llegando a la amenaza de quitárme lo que más quiero ahora: mis estudios, mi carrera, el hecho de ser alguien que yo elegí ser...
Sufro como ninguna chica de mi corta edad pudiera imaginarse, talvez más, tal vez me equivoque y sea menos; lo cierto es que sufro y nadie lo sabe; y callar un sufrimiento es llenar al corazón de llanto.
Todos ellos hablan, -es fácil hablar-, ¿Por qué te enamoraste de él?... él nunca será para tí, queremos cosas mejores para tu futuro, etc, etc.
Lastimosamente, como le dije a mi corazón, yo no lo obligué a enamorarse; y lo que él mismo me explicaba (mi corazón) es que no distingue la parte externa, ni las etiquetas ni clichés marqueteros de gente de renombre; al enamorarse simplemnte se enamora y punto. El amor no escoge al mejor o al peor.
Triste mi desventura al haberme enamorado -creo yo- del único ser en el planeta del que no debí enamorarme nunca; pero lo hice y ya está.
A escondidas me amara, a escondidas lo amaré; mi corazón sabe de secreto proque sólo él conoce todo lo que llevo aquí dentro y no se lo cuenta a nadie... aunque ahora me confiesa que durante las noches suele defogarse bajo las cuencas de mis ojos, contándole a la almohada todo lo uqe le ha tocado vivir por haberse enamorado del más dulce ser del mundo ál cual nunca debió querer mas de la cuenta.
Mi corazón sigue su lamento, y entre sollozos encuentra la luz; tal vez infundada por aquellas historias y cuentos de amor que alguna vez vió o leyó y toma de ésto sabias palabras: el amor siempre triunfa...
Y así con ojos luminosos, el corazón me recomienda no flaquear; dejar que todo transcuya y buscar una solución y me dice además que pase lo que pase recuerde aque ser al que amo me dice: SIEMPRE JUNTOS PASE LO QUE PASE.