Sólo Dios sabrá...

Aún sigo mintiendo, ocultándolo todo
(¿algún vez podré ser libre de esta mentira que me atormenta día a día?)
Cada día se parece al otro en una cruel sinfonía de contradicciones.
Estoy enferma, enferma del alma, pues mi corazón no deja de lamentarse por alguna cosa que haya acontecido en mi vida durante esta cruel agonía.
La primavera pasa dejándome el canto del que dirán, el verano llega para alegrarme con los rayos del futuro, más el otoño aparece con una fría ventisca llena de lágrimas, dandole paso al invierno lleno de desolación.

Debo considerarme una mentirosa de las más viles por llevar más de 6 meses con ésta mentira.. y más de un año y medio soportando esta angustia.

Pero aún así sigo pensando que lo quiero y que por ahora no tengo más remedio que aguantar lo que venga porque si algo es seguro es que a su lado me siento tranquila y apesar de que sufro, a pesar de que lloro; él me conforta.

Sólo Dios sabrá cuál es mi verdadero camino.