Morfina

Aférrate al respiro de una mariposa,

disfruta las espinas e imagínate la rosa.

Bórrate completa como hoja en blanco,

escríbete, dibújate sin complicarte tanto.

Acompaña al minutero sirviéndole el té,

del color de esos ojos que tus ojos no ven.

Córtate despacio con el vidrio imaginario,

se va el efecto... empieza tu pánico.

El dolor vuelve, ahora mas fuerte,

no sabes que hacer, solo te retuerces.

Las manos inquietas buscan atraparlo,

y en cada latido repasan el daño.

En el trance preguntas ¿Por qué el dolor cruel?

Y una luz contesta: "Es porque era ÉL."

*Deshoja margaritas en tu falda,

para coserlas de nuevo,

cada vez con menos ganas.*

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*No tienes idea de cuanto te extraño.

...aun te espero con la lata de atún abierta.